Redacción
La redacción consiste en expresar por escrito pensamientos, ideas y conocimientos de una manera ordenada, con un lenguaje claro e inteligible y un registro adecuado.
Como toda tarea, el arte de la escritura requiere de técnica y habilidad, y de unos saberes en torno a las tipologías de texto, la función comunicativa, la expresión, el léxico, la estructura, la sintaxis o la ortografía, entre otros aspectos.
La redacción de un texto variará en función de su finalidad, de la intención comunicativa, del público al que vaya dirigido. No será igual un texto corporativo para una página web que una entrada de blog o un artículo de divulgación. Cada tipología de texto, así como el soporte en el que va a ser publicado, requieren de unas atenciones específicas que han de ser cuidadas.
Corrección de estilo
Cada texto persigue unos objetivos y, dependiendo de estos, tendrá unas necesidades concretas. La corrección de estilo consiste, pues, en ajustar el significado de nuestro manuscrito de manera que cumpla su función y diga exactamente lo que queremos decir.
¿Qué tareas desempeña un corrector de estilo?
- Revisión ortográfica, gramatical, sintáctica, léxica y semántica.
- Unificación de criterios.
- Atención a la expresión, la coherencia, la estructuración y la cohesión, de manera que las oraciones estén correctamente construidas, los párrafos, equilibrados, y que el texto sea comprensible para el lector.
- Adecuación del registro (vulgar, coloquial, formal y culto) al tipo de texto.
- Ajuste del texto a las normas de puntuación y a los usos asentados.
- Revisión de la sintaxis: concordancia, tiempos verbales, disonancias, régimen preposicional, redundancias.
- Incorporación de recursos sintácticos y aumento de la riqueza léxica.
- Revisión de la bibliografía y unificación de criterios.
- Elaboración de índices.
